¿Qué pasa en el baloncesto de base?
Algo que ocurre con mucha frecuencia es que AL entrenador joven Y NOVATO le dan el equipo de los pequeños. A mi me pasó, fui entrenador de los alevines de mi colegio a los 17 años, solamente les sacaba seis, sin título ni nada. Y tampoco es que hubiera jugado mucho en un equipo organizado. Apenas dos temporadas.
Esto es algo que todavía se hace.
Para el nuevo o inexperto los benjamines o alevines. Ya aprenderá el chaval. Ya
se sacará el título... si se lo puede pagar, que muchos clubes ni financian el
curso, ahora llamado de Iniciación. Ojo, que en algunos sitios sí lo hacen, pero en general son pocos los que cuidan el capital humano, formando entrenadores o con mejores sueldos.
Lo normal es que sea (como en mi
caso) algún jugador o apasionado del tema, que empieza reproduciendo los
entrenamientos y enseñanzas que recibe en un equipo junior o sénior, cuando en esa etapa de Minibasket hay que trabajar otras cosas. Este error también lo cometí yo.
Considero que los niños no pueden
convertirse en el banco de pruebas de una persona sin experiencia y sin
conocimientos. Además de que cuando, al
año siguiente, a otro le toca llevar un equipo que así ha sido entrenado, le
llega con vicios de todo tipo, comportamientos inadecuados, conflictos y
grandes carencias, especialmente en fundamentos.
Siendo esto malo, puede que sea
peor… EL ENTRENADOR EXPERTILLO QUE CONVIERTE UN EQUIPO DE MINIBASKET EN SU
RAMPA DE LANZAMIENTO PERSONAL.
Para el que no lo sepa, hasta
categoría infantil, el reglamento obliga a que todos los jugadores inscritos en
el acta jueguen un mínimo de tiempo en el partido. Pues bien, voy a hablar del caso real, como en un telefilm de Antena-3, de un
entrenador de Minibasket de Madrid que se presentó en la cancha con 12 jugadoras para hacer el calentamiento y, luego, apuntó en el acta el mínimo al que le
obligaba el reglamento, en este
caso nueve, por disputarse 6 periodos.
Un entrenador que deja sin jugar
a niñas de 11 años con tal de ganar. Esto pasa esta temporada 2013-14. Y no haría falta contar más... pero lo hay:
No contento con ello, el
tipo se sigue aprovechando del reglamento y, como en esta categoría no hay
reloj de posesión de 24 segundos, obliga a sus jugadoras a aguantar el balón,
un minuto sin tirar a canasta si hace falta, hasta que el otro equipo se aburra
y tenga un fallo defensivo. Y además haciendo ochos, parecía balonmano, sin
cortes a canasta de las jugadoras sin balón, que se quedan dos en cada esquina
quietas o haciéndose bloqueos indirectos entre si... y la jugadora del balón en el
centro botando y botando. (Aclaración: El reglamento en esta edad también obliga a hacer defensa individual. No permite la defensa zonal ni mixta, aunque sí el dos contra uno. Sólo permite llegar a hacer ayudas defensivas si cada jugador está con el suyo)
Y encima el listillo (que copia comportamientos de entrenadores ACB y NBA), se pasa el partido protestando al árbitro cada falta que
le señala a su equipo y señalando al colegiado las infracciones que le
parece que cometen las niñas del otro equipo. Sobretodo pide defensa ilegal si alguna ha perdido a la que defendía. Muy valiente el tío. Ya podrá, que los colegiados que pitan en mini
también suelen ser jóvenes en periodo de formación. Si yo soy árbitro le doy el silbato para que ya sea el protagonista total de la película.
Partido del campeonato de Andalucía Alevín Femenino.
Y que conste que sus jugadoras
defendían bien, presión a todo campo, todo automatizado. Y con buenos
fundamentos individuales, bote, pase y tiro. Seguramente llevan unos años
siendo "entrenadas" por él, que sabe perfectamente lo que tiene que hacer para
“triunfar”.
Los padres de las niñas de
ese equipo creen que el expertillo ha hecho un gran trabajo. Le
jalean, le defienden y no cuestionan los gritos que les da a sus hijas. Protestan al
árbitro en sus mismos términos, incluso los padres de las que no jugaron. Todo
por el bien del equipo, se dirán engañados. Será más bien todo por ganar. Y desde su club se lo permiten.
Lo contrario a lo que se busca en
el deporte. Sus jugadoras no disfrutan del juego, no tienen iniciativa, están en un entorno muy tenso. Se respiraba esa tensión. Cuando
les das la mano a la conclusión no sonríen. Son niños que no ríen y casi ni te
miran a los ojos.
Si alguna de estas jugadoras
sigue jugando con 15 o 16 años me extrañaría mucho.
Si echamos a perder la etapa más pura del baloncesto qué nos queda.
Porque luego llegarán otros entrenadores con las obligaciones
tácticas: Vamos a aprendernos un sistema de la ACB, que he visto en la tele. Con un par. Hay que copiar
a los profesionales, aunque mis jugadores tengan 14 años. Ahora está de moda el
carretón del Madrid de Pablo Laso. Casi todos los equipos lo hacen, solo que no tienen a
Carroll o a Rudy. Pero da igual, aunque no sepan entrar a canasta por la
izquierda ni colocarse en una cancha. Por no hablar de jugadores cadetes o junior
que ya tienen representante o de aquellos padres-entrenadores que buscan
resolver sus frustraciones o salir de pobres a través de sus hijos y son ellos mismos sus "managers". Y sin
educarles, claro. Y pobre del entrenador al que se le ocurra intentarlo.
Pero no todo es malo, que también hay entrenadores que forman bien, padres educados y clubes que trabajan como hay que hacerlo, que no todo es ganar. Que ya es un triunfo formar a jugadores y personas.
Como muestra, dejo un interesante artículo sobre el baloncesto de formación, escrito por el entrenador y coordinador del colegio de Zaragoza Doctor Azúa, Willy Tisaire, publicado por la Federación Aragonesa, que también le premió por su trayectoria en sus galardones de 2013.
Buscando por la red he encontrado también una, también inspiradora, entrevista con reflexiones de este colega que me han gustado y que comparto también.
No hay comentarios:
Publicar un comentario