miércoles, 24 de septiembre de 2014

Dos tardes de Mundial (2014)


Jack Nicholson sí que ve bien el baloncesto. A pie de pista en la cancha de los Ángeles Lakers, equipo del que es declarado y acérrimo seguidor. Es un protagonista más del club amarillo y morado, como en sus mejores tiempos de actor de Hollywood. Desde su silla interactúa con los protagonistas del partido, incluso con los árbitros, los entrenadores, jugadores… Y así desde hace décadas. 


Jack con el gran Michael Jordan

Jack ha vivido el Showtime de los 80 que creó el entrenador Pat Riley (con Magic Johnson, James Worthy, Kareem Abdul Jabbar o Byron Scott –que por cierto vuelve, ahora como entrenador para la temporada 2014-15). 


También ha visto desde su asiento los anillos bajo la dirección de Phil Jackson (Con Kobe Bryant, Shaquille O’Neal, Pau Gasol…), y debacles como las de las últimas temporadas. 

Otro que sabe, el multimillonario James Goldstein, que no se pierde un campeonato de baloncesto, casi siempre en las primeras filas. Es un aficionado total. Va a todo, NBA o FIBA, sean Juegos Olímpicos, Mundobasket, Europeos, NCAA, lo que toque. A pie de pista, claro.

Así sí me gustaría a mi...







Ambos lo ven desde donde hay que verlo. Bien cerquita. Pero hay que tener mucha pasta. Para el común de los mortales, yo entre ellos, esos precios son inalcanzables. Mi experiencia me dice que en las localidades baratas, arriba, no se capta ningún matiz del juego distinto al que se ve en televisión. No sucede como en el fútbol, en el que desde lejos se puede ver el dibujo táctico de los dos equipos mejor que en la televisión.

Es verdad que se disfruta del ambiente y hay pabellones pequeños donde se ve bien desde todas partes. Aunque sea por vivir ese espectáculo merecería la pena asistir alguna vez a una de las grandes citas. Pero no se ven las caras de los participantes. Y se pierden muchos detalles que desde el salón de casa sí se ven en la -hoy en día no tan pequeña- pantalla de tv.

Concretamente en el Palacio de los deportes de Madrid, donde se celebró la fase final del Mundobasket de España 2014, arriba del todo, en el sitio de los 30 euros, la entrada más barata que vendía la organización para un partido, casi no se puede ni leer el marcador y los jugadores parecen hormiguitas.

Además, como entrenador que soy (aunque sea de baloncesto de formación), estoy acostumbrado a participar del juego y verlo desde el segundo mejor sitio, que es el banquillo.

De todas formas, como la fase final del Mundial se celebró en mi actual ciudad, Madrid, me acerqué al ahora llamado Barclaycard Center, concretamente a la aledaña plaza de Felipe II, donde habían instalado carpas y puestos para los aficionados al baloncesto y asistentes a los partidos. Así vería el ambiente y aprovecharía para tomarme unas cañas con unos amigos, Rubén y Emilio.


Entre lo que vi: Mucha gente haciéndose fotos. En algunos bares de alrededor, apurando la última caña y su tapa, entrenadores como Lolo Sáinz, que también lo fue de la Selección Española. Uno de los grandes, que también entrenó al Real Madrid y al Joventut de Badalona, ganando títulos o medallas con todos. También ex – jugadores  como el argentino “Pepe” Sánchez, que curiosamente no se llama José. Aficionados croatas con sus características camisetas de cuadros rojos y blancos; al igual que los franceses con sus colores azules, “allez le bleu”; de Senegal pocos; y por supuesto y en mayor número los españoles, muchos de ellos con las equipaciones de fútbol, rescatadas del armario (o del trastero) donde se quedaron tras la fracasada actuación de la selección el pasado junio en el Mundial de “los pies” disputado en Brasil. Esa goleada (5 a 1) de Holanda todavía escuece.

Eso fue el día de cuartos, el sábado 6 de septiembre en el que se ganó a Senegal, antes del batacazo de cuartos de final ante Francia, conocido ya en algunos sitios como el “Orengazo”. Aunque los jugadores también tuvieran su parte importante - de hecho algunos de ellos, como los hermanos Gasol, le disculparon en entrevistas posteriores, - Juan Antonio Orenga es, al final, el máximo responsable. Es lo que tiene ser el entrenador.



Por cierto, entre las tonterías que dijo el "hombre de la Federación" después de la eliminación está esa de que "hasta la derrota, estábamos jugando mejor que en el Mundial de Japón"... 

                             Sáez y Scariolo viendo la catástrofe (también en primera fila)

El día de la final me di otro paseo hasta el Palacio, fuera había aficionados españoles rumiando, con el chasco en el cuerpo y con su entrada para la final soñada que no se produjo, pidiendo responsables, (al final Orenga tuvo el detalle de dimitir el martes 16). Americanos pocos y sí muchos seguidores de Serbia cantando alegres. Todavía casi no se lo creían. Aunque poco les duraron los jugadores de su país ante la avalancha de juego de los estadounidenses, que casi baten el record de anotación en una final, antes de proclamarse campeones del mundo.

Por cierto, mi hermana consiguió encestar dos pelotas en el stand de la marca de electrodomésticos Beko que había en la plaza y ganó un puzzle. El Talento Balcánico había merendado mucho (como Orenga, escuchen esta genial parodia de Joaquín Reyes) y no metió ni una. Pero todo queda en familia. 


El que esto escribe con el trofeo Larry O'Brien de la NBA. Y es que esos días la mejor liga del mundo también estuvo presente en España con la NBA House. Con su habitual despliegue de medios, montaron una cancha de baloncesto en la platea del cine Callao de Madrid.



viernes, 12 de septiembre de 2014

Fernando Alonso y Juan A. Orenga


Esta tarde tenía ganas de dibujar y aquí está el resultado.

Ya se ha hablado mucho del "waterloo" de la España de baloncesto. Aún así, recomiendo la lectura de un artículo sobre el talento, escrito por el entrenador y director de la histórica (y desaparecida) revista Nuevo Basket (aunque continúa en Internet), Franco Pinotti.  Aunque, como él ha dicho, lo escribió el año pasado tras el Eurobasket que España perdió en 2013, viene al caso, pues, aunque Orenga diga lo contrario, yo creo que las cosas tampoco "salieron bien" el año pasado. 




jueves, 11 de septiembre de 2014

España: Como se entrena se juega

Reflexiones tras el fracaso de España en el Mundial 2014



Cada vez que veía una imagen de los entrenamientos de la selección española de baloncesto bajo las órdenes de Juan Antonio Orenga este verano, muchos de los jugadores estaban haciendo tonterías. No tengo la suerte de haber visto ningún entrenamiento. Lo que sí he visto son imágenes sueltas en televisión y fotos como estas que se han publicado en distintos medios.



                          Muchas fotos como estas se pueden ver en la web de la FEB.

Desde que se concentraron el 24 de julio estuvieron diciendo que faltaba rodaje, que todavía era pronto y tal… prometiendo después de cada (flojo) partido de preparación que llegarían a tope al momento decisivo; cuando la selección que fue Campeona del Mundo en 2006, entrenada por “Pepu” Hernández, maravilló desde el primer amistoso. Y yo creo que en estos años, (ojo, que esta generación jugó muchos partidazos, con dos finales olímpicas y dos campeonatos Europeos), no se ha vuelto a jugar así regularmente.

Empezó la competición oficial e, incluso en la primera fase del Mundial, jugada en Granada, con muy buenos resultados, había dudas sobre algunos aspectos del juego. Además, Orenga machacó demasiado a los veteranos (Pau Gasol especialmente) a pesar de lo abultado de algunos marcadores, no hizo buenas rotaciones. Pero prometía que todo mejoraría. 

Yo creo que no había excusa posible. Teníamos la selección soñada por todos. No faltó nadie por renuncias ni lesiones y, sin embargo, el equipo se estaba desgastando demasiado, un poco como lo que le pasó al Real Madrid de Pablo Laso la pasada temporada 2013-14, que se desfondó.

Y llegó la cita de cuartos de final y se pegaron el batacazo contra Francia, que estuvo entrenando a tope mientras los españoles tenían dos días libres. Uno se puede entender, pero dos... Por si fuera poco los hermanos Gasol tampoco entrenaron el martes, pues además de que Pau estaba lesionado, Marc fue padre y se fueron los dos a Barcelona, comprensiblemente. Y a pesar de eso, Orenga los sacó titulares, aunque Marc estaba descentrado y Pau probándo como iba su dañado abductor durante el primer cuarto. Mientras tanto, los franceses estaban enchufados, con un 8 a cero de salida, y Felipe Reyes e Ibaka, que sí habían entrenado (aunque fuera uno de esos entrenamientos flojos que digo) asistían cabreados en el banquillo al inicio de la debacle. Juan, para terminar de "hacer grupo", no sacó ni un minuto a Reyes, ni a Claver ni a Abrinesa pesar del mal día de España.


Navarro dijo al concluir que no habían preparado bien el partido. El periodista Antoni Daimiel dijo en un artículo que no se preparó bien el campeonato, no llegaron bien al día clave y que en directo se les veía mal físicamente, no llegaban. Y el que tampoco estuvo a la altura, aportando soluciones fue el seleccionador. Encima de su poca experiencia, yo lo he visto algo soberbio en su actitud, parece que no se dejaba asesorar por su ayudante Sito Alonso, al que no se veía contento en su papel. Tanto es así que aprovechó los dos días libres para entrenar a su nuevo equipo en Bilbao.



Ese día Gasol dijo otra frase que me preocupó: "Hay muchos jugadores de nivel y calidad, ahora hay que establecer unas líneas claras".

Y ahí es donde debía entrar Juan AntonioOrenga, que se supone debe conocer que para ser campeón hay que sufrir, trabajar muy duro, aunque a priori seas el mejor y todavía más si eres el aspirante a serlo. Un entrenador debe tener las ideas claras. O sencillamente tenerlas. Como mínimo la de que tal como se entrena así se juega. Y tener respuestas cuando el equipo se atasca.