domingo, 24 de febrero de 2019

All Star de la NBA y Copa del Rey de la ACB: Compare usted



Han coincidido en el mismo fin de semana estos dos grandes acontecimientos del baloncesto, que ya podrían hacer el calendario en Europa teniéndolo en cuenta, dado el mayor seguimiento que tiene la NBA. No es de extrañar que algún aficionado acabe saturado después de cuatro intensos días de baloncesto.

Y luego el fin de semana siguiente, en el que nos encontramos, no hay liga ACB por los encuentros clasificatorios para el Mundial de China de septiembre de 2019, las llamadas “ventanas FIBA”, y encima se ha producido el hecho de que los partidos de España, ya clasificadase celebren el viernes y el lunes.
Darío Brizuela, si sigue jugando así, puede tener un hueco en el Mundial.

Lo bueno fue que al ver uno y otro, Copa y All Star, con pocas horas de diferencia se pueden apreciar las "siete" diferencias.

Mientras en la Copa todo era tensión y nervios... mucho sufrimiento, salvo algún jugador al que le va la marcha y esos ambientes, en el All Star se puede disfrutar del lado más lúdico del deporte. Dos caras del mismo, con la participación de los mejores jugadores de una liga y otra.


Los norteamericanos mostraron su capacidad para el espectáculo y la diversión, todo está enfocado al espectador, que disfruta del fin de semana, en especial de los concursos y el partido de las estrellas. Este año, como en el anterior, a pesar de que el marcador indique lo contrario, hasta hubo (algunas) defensas e interés en ambos equipos por ganar el partido. Sin duda por el nuevo formato y la llamada de atención del comisionado Adam Silver. 

Hamidou Diallo: Ya hay que saltar para superar a Shaquille O'Neal.

Joe Harris, de los Nets, ganador del concurso de triples.
Y en los concursos el de triples fue buenísimo, con los mejores tiradores del mundo, que además siguieron “exhibiéndose” en el partido del domingo, en la llamada era del triple que vivimos en todo el baloncesto mundial. ¿Cómo se defiende a esos lanzadores tan certeros?

Jordan junto al propietario de los Bulls durante el All Star de Charlotte.
El All Star concluyó anunciando la ciudad de Chicago como la sede donde se celebrará el All Star Weekend de la NBA en 2020, con todo un Michael Jordan, dueño de los anfitriones, los Charlotte Hornets, pasando el testigo al propietario de los Bulls de Chicago, algo que adquiere mayor simbolismo pues fue en dicho equipo donde triunfó el más grande.

La Copa de la ACB, en cambio, terminó  con el posible portazo del presidente del Real Madrid Florentino Pérez a la liga española, dicen que para centrarse en exclusiva en la Euroliga. Tras el encadenado de errores arbitral, del sistema del Instant Replay y de las declaraciones desafortunadas de todos, se pueden apreciar que la distancia entre ACB y NBA en lo que a organización se refiere se sigue manteniendo.






De lo que no hay duda es que la idea de reunir ocho equipos (y sus aficiones) en un torneo en la misma ciudad por parte de la ACB, es decir, ampliar el formato de una final a cuatro (Final Four) como la de la NCAA (la competición universitaria americana), o la que también tiene la Euroliga, es magnífica y depara emociones mil. De hecho, parece que la Federación Española de fútbol quiere copiar el formato para futuras ediciones. E incluso en la NBA se plantean en algún momento hacer algo parecido en el futuro.

Lo que sí proporciona el All Star a los aficionados es la posibilidad de conocer mejor a sus jugadores, que al no tener la presión de la competición, el no tener un título en juego, son más libres de acercarse a la gente a través de los medios o la propia NBA, que organiza entrevistas y eventos a tal fin, aprovechando la presencia de corresponsales enviados de todos los países del mundo.



viernes, 22 de febrero de 2019

La resaca de la Copa



El baloncesto español se fue de copas y la cosa ha terminado con una buena resaca, tras lo acontecido en la final. Alguno ha terminado como esas mañanas del día siguiente de la marcha, en las que se jura y perjura que nunca más volverá a beber alcohol, en este caso ver o jugar al baloncesto, o por lo menos en una buena temporada. 

Hasta se ha comentado que el Madrid está pensando en dejar la ACB, así de mal le ha sentado la última que se tomó en el bar regentado por Antonio Martín, (antiguo jugador blanco) un “instant replay” de garrafón con tónica, servido en el Palacio de los Deportes, a domicilio por si fuera poco.

Encima ha sido una de esas resacas pastosas, con gritos que taladran la cabeza, como los de Pedrerol, Tomás Roncero y demás personajes del “Chiringuito”, que mejor no opinen sobre el deporte de la canasta.


Sucede en los últimos tiempos que se habla en los medios y entre la gente acerca de acontecimientos que no se ven más que pagando y que por lo tanto no tienen una audiencia millonaria. Por ejemplo, la final de Copa de la que tanto se habla la vieron 530.000 espectadores

Casi nadie ha visto y disfrutado (y eso que  en el caso de esta Copa 2019 hubo algunos buenísimos) de los partidos, pero se habla de los mismos: no se pitó la falta, era antideportiva sobre Singleton, era un rebote de Randolph, era campo atrás, Laprovittola batió el récord de valoración, Cristiano se dirigió a la grada atlética, Ramos hizo falta a propósito y luego lo contó, Bale hizo (otro torpe) corte de mangas, (cómo se nota que no es italiano, español o argentino)... 

Pequeñas informaciones y breves imágenes, más las declaraciones y ruedas de prensa, que esas sí son gratis, dan lugar a miles de noticias y conversaciones en Internet o en las redes e interminables debates en radio y televisión. Pero el partido solo pagando. Y la resaca durando mucho.

Randolph y el no rebote.