jueves, 28 de agosto de 2008

Más sobre USA


En un artículo en El País un norteamericano (no me quedé con el nombre) contaba como el entrenador Tim Floyd dice que el baloncesto es uno de los mejores juegos que hay, pues permite saber como es una persona solo con verla jugar. Eso se puede aplicar a otros deportes y facetas de la vida. El equipo de USA de esta olimpiada le parecía, según su juego, un grupo que si vieran a alguien quemándose ni le echarían agua, y, norteamericano él, no deseaba que ganaran. Si eso piensan en su propio país, podemos explicar las bajas audiencias de esta generación americana de la NBA en Estados Unidos. No se identifican con la forma de jugar y de ser de sus paisanos, y eso es algo que los jugadores extranjeros no pueden suplir. Tal vez por ello siguen más la liga universitaria, la NCAA.

Una historia del único Dream Team por Ramón Trecet


Esta historia la cuenta Ramón Trecet en su blog. Me permito reproducirlo por si desaparece de internet:

Montecarlo, verano 1992. El equipo nacional de Estados Unidos prepara su participación en los Juegos Olímpicos de Barcelona. El espíritu competitivo de Michael Jordan le lleva a hacer comentarios al respecto de los "hermanos mayores" del equipo, Magic Johnson y Larry Bird. Chuck Daly, el entrenador, quiere que Michael Jordan sea el capitán del equipo, pero Jordan: "No, prefiero que sean los más viejitos". 

La jerarquía del Dream Team está encabezada por los que han conseguido anillos. Jordan ya tiene dos, Larry tres, Magic, cuatro. Y le suelen dar la vara a Patrick Ewing y Charles Barkley, que no tienen ninguno. 

La cosa se pone caliente cuando una noche Jordan también tiene palabras con Magic: "Ir a L.A., desde que te retiraste, ya no es divertido. El año que viene iré con mi dos hijos para pasar mejor el rato"

Y a Larry: "Que bien te veo agitando la toalla al final del banquillo, pareces M. L. Carr". 

Y ahí se armó. Magic habla con Larry y le dice que le va a retar a Jordan a un "uno-veintiuno" para ver quien es mejor y Larry: "¿Estás loco?, despierta, Michael es el mejor en eso". Y así, durante semanas... 


Hasta que llegaron a Montecarlo. El equipo de Michael contra el equipo de Magic. Después de un entrenamiento, a puerta cerrada (solo unos pocos pudieron verlo) con Daly de árbitro... De momento. En un lado, Johnson, Chris Mullin, Clyde Drexler, Dave Robinson, Charles Barkley. Con Jordan, Scottie Pippen, Pat Ewing, Karl Malone y otros que se iban turnando en ese quinto puesto, con esos cuatro fijos durante todo el tornado. 

Según cuenta Josh Rosenfeld, jefe de prensa de los Lakers en aquella época, "Todo iba normal, hasta que Barkley, con esa bocaza que tiene, hizo un comentario en voz alta volviendo tras una canasta. Jordan se le quedó mirando y... Es que no sé como contar lo que pasó". 

Lo que pasó, contado por David Halberstam en su libro "Playing for keeps", y subtitulado "Michael Jordan and the world he made": "El juego se transformó en un frenesí. Lucha territorial y lucha de egos. En un instante Jordan consiguió doce puntos seguidos, algunos dicen que dieciséis. En una jugada, personal de Johnson, que le dice a Michael, ¿qué, te van a pitar a favor como si estuvieses en el Chicago Stadium?, a lo que Jordan contestó: Te voy a decir lo que es: Son los ochenta contra los noventa. Eso es lo que es.. 

Mike Krzyzewski, entrenador auxiliar en aquel equipo, sintió que estaban jugando a un nivel de ferocidad sin igual en la historia del baloncesto. Estaba asombrado por el grado de intensidad. Chuck Daly estaba asombrado, pero preocupado. Lo último que quería era una lesión de cualquiera de sus estrellas. Le habían dicho que los controlase y ahí estaban, jugando a muerte. 

El equipo de Jordan tomó finalmente una ventaja de diez puntos. Un rato después, Daly saltó a la cancha y les mandó parar: "¡Ya está bien, ya está bien!". El equipo de Jordan había ganado 36-30. Mientras Jordan bebía, unos metros más allá, Magic Johnson le decía a un grupo de periodistas: "La hemos jodido, le hemos puesto furioso. Hemos hablado demasiado. Creía que sabiamos lo que podía pasar... Y ha pasado" El libro de Halberstam es en mi opinión uno de los mejores análisis de la figura de Michael Jordan y la evolución del marketing deportivo que yo haya leído. El partido de Montecarlo no fue grabado, no se hicieron fotos, no queda constancia más que en los comentarios de los que allí estuvieron y naturalmente, se ha convertido en una leyenda. 

Ramón Trecet.

Ramón Trecet en una retransmisión de la NBA desde Estados Unidos para RTVE


miércoles, 27 de agosto de 2008

ESPAÑA USA de baloncesto

REGLAS UNIFICADAS PARA EL BALONCESTO ¡YA! 

¿Qué más añadir a lo ya dicho por todos acerca del partidazo que fue la final olímpica? Pues que el baloncesto es uno de los pocos deportes del mundo en los que hay reglas distintas según se juegue en un país u otro. Pero es que los que se inventaron el baloncesto, los americanos, también tienen diferencias entre la NBA y las competiciones universitarias. Y lo mismo pasa con el baloncesto femenino. 

Y claro, cuando la selección de Estados Unidos juega con las del resto del mundo se produce la polémica por reglas que son diferentes como los pasos. No se sabe si por órdenes o no o porque se cortan pero los árbitros FIBA les dejan pasar infracciones a Estados Unidos que en la propia NBA sancionan sus árbitros. 

Ello no significa que sean injustos ganadores del oro, pero según han contado en algunos medios, 18 puntos americanos vinieron precedidos de pasos. Fernando Romay en la retransmisión de TVE dijo que "no vale que cojan las reglas que les interesan de la FIBA (la línea de tres puntos) y las otras se las salten". 


Creo que se va a aprobar en un próximo congreso de la FIBA el alejar la línea de tres puntos. Creo que es necesario que sea como en la NBA. Tres puntos deben darse como un premio y ahora hasta el más tonto mete un triple. Además, parece que se va a pintar la zona como en la NBA, más cuadrada. A ver.

martes, 19 de agosto de 2008

Juegos Olímpicos Pekín 2008. Baloncesto. Primera semana.



No me está gustando demasiado la selección de Aíto y me da vértigo ante los cuartos de final ante Croacia.

Resumen:
- Buen debut ante Grecia.
- Agónica victoria ante China.
- Flojos ante Alemania.
- DESASTRE ante Estados Unidos.
- Primer cuarto en la misma tónica ante Angola que luego se ha arreglado.

Causas: Se ha perdido el ritmo de partido que había con Pepu Hernández. Ahora se juega bien un cuarto, quizás dos (como el Unicaja de Sergio Scariolo de esta pasada temporada). Eso se paga contra los equipos grandes. La selección campeona del Mundo era un martillo pilón, parecida a lo que hace en esta olimpiada USA, todo el partido con la misma intensidad.

A la selección deben ir los que están mejor y este año hay un par de puestos que parecen una ONG.No me parecen unos Juegos Olímpicos la mejor competición para recuperar a un jugador que lleva casi un año y medio sin jugar. Tanto Aíto como Pepu el año pasado han caído en el error de convocar a Garbajosa que está a un 30%. Nadie cuestiona su esfuerzo, ni su papel dentro del vestuario, (podría haber ido de acompañante), pero con Marc Gasol, que está medio lesionado, la rotación de pivots en estos primeros días es corta. Menos mal que está San Carlos Jiménez, que puede jugar de cuatro.

Otro caso es el de Navarro que ya acabó físicamente muy mal con Memphis y sigue igual. Si se verá mal el hombre que hasta pide que le cambien. A ver si recupera el tono.

Y Raúl López otro que tal anda. Tiene mérito con dos roturas de rodilla. Pero si no estaba para jugar en la NBA cada dos días, lo mismo pasa en los Juegos.

Estos dos últimos tienen tal calidad que pueden sobrellevar su estado físico y conviene esperarles.

Como cada español es un seleccionador diré que llevar a un pivot para tirar triples... Para eso Germán Gabriel, que por lo menos los mete, o Fran Vázquez, o aportando otras cosas Triguero o Víctor Claver que sí estaban en la convocatoria. Carlos Cabezas habría aportado defensa y un ritmo más alto que Raúl y a Navarro sí se le puede llevar pues un jugador sí es recuperable. Tres no.