sábado, 18 de mayo de 2019

Te van a chafar el resultado de la NBA



Leí una vez en Internet un pensamiento muy acertado del escritor Diego María Heras que decía así:

“Me he estado documentado y, al parecer, ser adulto consiste en:

-          Estar cansado, constantemente.
-          No parar de soltar dinero por un gasto u otro.
-         Hacer la colada. Numerosas veces.
-        Odiar a la humanidad. No sé si por todo lo anterior.”

Además de lo de soltar la pasta y las miles de lavadoras, doy fe de que, al ir uno estando mayor, el cuerpo pide descansar. Antes hasta podía salir y trasnochar entre semana e ir a trabajar. Ahora basta que me acueste más allá de la una para estar todo el día siguiente "resacoso" perdido. Sales un día y tienes para un mes… o dos si te pasas con la comida y bebida. Juegas un partido de baloncesto, si se le puede llamar así a arrastrarse a media pista, y estás a pique de ir a urgencias para que te recompongan…

"Estoy preparado para ver la NBA..."
Y es que el trabajo molesta mucho y especialmente por la costumbre que tienen de ponerlo tan pronto, y precisamente por el mencionado cansancio, los "adultos" no nos podemos quedar a ver los partidos de la NBA en directo (cuando son de madrugada, ya que los fines de semana hay horarios más asequibles), excepto cuando tienes insomnio, que esa es otra, por mucho que digan los de Movistar Plus que somos unos cobardes…



Como soy incapaz de quedarme a ver el encuentro, en especial en tiempo de Playoffs me lo grabo o lo “pincho” al día siguiente en el "cacharrito" que Telefónica proporciona a sus clientes, al igual que se puede hacer si se paga el “League Pass” de la liga norteamericana, y pretendo verlo en diferido, iluso de mi, sin saber el resultado…

Tarea casi imposible.

Se trata de no mirar las noticias en internet, nada de abrir ningún periódico ni página especializada en baloncesto, igual con el teléfono móvil… ni “Twiter” ni “twitor”, ni “Facebook” y menos según que grupos de “Whatsapp” (yo estoy en un par en los que ya está hablado después de algún que otro “incidente”). También hay que esquivar a ese compañero de trabajo, ese “amigo”, que como sabe que te gusta el basket, se te acerca y te dice quién ha ganado…

Ni se puede encender la tele ni la radio hasta poder verlo, cosa complicada en esta época de la información, pues hasta de refilón, pasando delante de un bar o escaparate, te puedes enterar que parece que lo hacen a propósito.

Y es que lo de los medios de comunicación y la información deportiva en España son la pera. Ya se puede ir Griezmann del Atlético de Madrid, tener un accidente Fernando Alonso en los entrenamientos de Indianapolis, jugar Rafa Nadal el torneo de Roma, más la consabida rueda de prensa de alguien del Madrid o del Barcelona de fútbol… que siempre sacan un momento para despedir el boletín informativo chafando el resultado: “Y esta madrugada los Warriors han ganado el partido que les enfrentaba a…” aunque no se vea ni una canasta entera.

Y es ahí cuando estoy empezando a odiar a esta gente…

Pero cachondos, si no ponéis casi partidos de baloncesto en abierto, más allá de la Liga Femenina y de la Selección española. Si hasta gana el Real Madrid la Euroliga y hay telediarios que ni lo cuentan, ni aunque la final a cuatro se juegue en España, como en 2015 en Madrid o este año, que se juega en Vitoria, cita en la que no ha tenido la misma suerte el equipo blanco. En los meses anteriores a mayo hay cuatro equipos españoles jugando la máxima competición continental y no dicen ni los resultados o gana el Valencia la Eurocup contra el Alba de Berlín y ni flores, y no hablemos de la ACB…

Pero en cambio, como ya he comentado, parece que están deseando reventarnos el partido de la NBA, chafarlo, destriparlo... que es lo que significa lo de hacer un “spoiler” (que se dice mal ya que en todo caso sería hacer un “spoil”).  Una alegría…



miércoles, 1 de mayo de 2019

Draymond Greene y el viejo truco del dedo en el ojo



Durante las finales de la NBA de la temporada pasada, Draymond Greene, jugador de los Golden State Warriors, le metió un dedo en el ojo a Lebron James (que jugaba en los Cavaliers de Cleveland) dejándolo muy tocado, a lo que James añadió una lesión que se hizo él mismo en la mano al golpear una pizarra tras perder ese partido.

Lebron James durante las finales de 2018.
Y qué coincidencia, en los playoffs de esta temporada lo ha vuelto a hacer pero esta vez a James Harden, la máxima estrella de los Houston Rockets. El caso es que Green fue sancionado con una técnica por la acción del año pasado sobre Lebron, lo que no ha sucedido este año con su acción sobre el máximo anotador de la NBA en esta temporada.


No se sabe si fue intencionado o no, pero con los antecedentes de un tipo como este no existen las casualidades, dado su historial que de deportivo tiene poco, aunque luego haya pedido perdón. Es algo muy feo que debería vigilar la NBA pues le hace un flaco favor a la organización. 

El jugador atacante está bastante desprotegido en estos casos ya que lleva el balón en las manos o está luchando por conseguirlo. Y si es la estrella cunde el pánico en el resto de su equipo: mientras se rehace del golpe, se va a los vestuarios o le echan un colirio, al equipo rival le da tiempo a marcar una distancia en el marcador que puede ser definitiva.

Muchas veces hay viejas rencillas antes del dedo en el ojo de Green.
Me recuerda a las películas del Gordo y el Flaco, en las que este último, Stan Laurel, cada vez que se metía en una pelea, ante su manifiesta inferioridad física le hacía el llamado piquete en los ojos al contrincante, que solía ser su compañero de fatigas, Oliver Hardy.




Para terminar y después de recordar a Laurel y Hardy, no quiero dejar pasar la ocasión de recordar al actor Leslie Nielsen, otro representante de la comedia física con varios títulos míticos. 


Draymond debería probar con el bote de mostaza también para la siguiente eliminatoria...