domingo, 25 de noviembre de 2018

Cosas que veo... esos fundamentos.


Se acostumbra uno a ver el baloncesto del más alto nivel, NBA y Euroliga, y cuando toca ver a equipos más "humildes" se ven las carencias de muchos. Hablo de esa clase media-baja de la ACB donde esta temporada 2018/19 se están viviendo derrotas de escándalo.

Me llama la atención las canastas tan fáciles que fallan los jugadores; muchos tiros sin oposición, cercanos y algunos ni tocan aro. Y la defensa tampoco es mejor. Se puede fallar, claro, hasta los mejores lo hacen, pero no con una ejecución tan defectuosa.

Me da la sensación de que en la mayoría de los equipos profesionales se trabaja mucho el sistema y poco los fundamentos, es decir, la base. Ya lo dice Aíto García Reneses: Fundamentos, fundamentos y fundamentos. 

Eso de los miles de sistemas es como lo de los "gintonics", cuando se puso de moda echarles frutas y verduras. Eso ya no es una ginebra con tónica, eso es un gazpacho.

Claro que hay que tener jugadas pero si luego el tío, casi siempre extranjero, no es capaz de hacer una entrada por la izquierda, la falla solo, tira un triple que ni toca el aro, pega un "tablerazo" infame, hace pasos, da un pase bombeado o a los pies del compañero, no se coloca bien en defensa o no bloquea bien el rebote... para qué tanta farfolla, es decir: "cosa de mucha apariencia y de poca entidad."

Y es que si la ginebra y la tónica son malas da igual que se le pongan más ingredientes.


Ya dice Pedro Ramírez en la última de sus magníficas columnas, hablando del buen momento del Unicaja de Málaga, que "el juego es sencillo cuando es verdaderamente bueno, nunca retorcido ni complicado. Porque cuanto mejores jugadores tiene un equipo, menos tácticas complejas hacen falta para esconder sus limitaciones y sus defectos". 

¿Y cómo se hace mejor a un jugador que no es tan bueno? Pues con la mejora de sus fundamentos.

Y lo que es un verdadero delito es ver a esos entrenadores en los equipos de formación que toman atajos en la enseñanza de sus jugadores a través de jugadas y sistemas o plantando una zona en defensa todo el partido (aprovechándose de esas canchas minúsculas que existen por doquier). Y luego los chicos y chicas tienen una técnica individual de pena.





De estas cosas ya he hablado alguna que otra vez por este blog, sin ir más lejos en un artículo que escribí sobre Stephen Curry en 2016. Por pesado que no quede y vuelvo a citar esta frase de García Reneses: "la formación no termina jamás y siempre hay tiempo para aprender algo nuevo. Y esto vale para los entrenadores y para los jugadores. El aprendizaje dura toda una carrera y depende de las ganas de hacerlo que tiene cada uno".


Drazen Petrovic

Velimir Perasovic
Parece mentira que tan poca gente se de cuenta de que los jugadores que triunfan son los que más trabajan sus fundamentos. Ese Petrovic y ese Perasovic que pedían la llave del pabellón para hacer sesiones de tiro. Ese Luka Doncic que dice en la revista Gigantes de Noviembre que cuando se aburre en Dallas, cuando ya está demasiado tiempo con los videojuegos, se va a trabajar la técnica individual y a hacer sesiones de tiro. Es verdad que en la NBA y en Estados Unidos tienen más medios que aquí, (cuentan en ese reportaje que en los Mavericks hay más entrenadores que jugadores), a plena disposición del que desee trabajar más; y que no se puede comparar su organización con la de Europa, como cuenta el maestro Franco Pinotti, aunque estos ejemplos que he puesto son de jugadores europeos muy trabajadores que llegaron a lo más alto con su trabajo. 


Luka Doncic cuando jugaba en el Real madrid.
Y no nos podemos olvidar del mejor, de Michael Jordan, y de sus herederos, Kobe Bryant y Lebron James. En una entrevista de 2003 un Jordan en su último año en activo (en los Washington Wizards) contaba que Lebron asistió a uno de los campamentos de verano que anualmente organiza (no ha dejado de hacerlo) y en los que el propio Michael enseña fundamentos de baloncesto a los más jóvenes. 


Michael Jordan en uno de sus últimos campamentos.
Una de las preguntas que le hicieron fue: 

"- Cuando recibes jugadores jóvenes en tus campamentos de verano, como por ejemplo a Lebron James (que estaba a punto de dar el salto a la NBA directamente desde el "High School" la temporada siguiente) ¿qué tipos de consejos sueles darles? 

Antes que nada tengo que conocer bien a la persona, me gusta saber qué pasión siente por el baloncesto, porque si no siente la misma pasión que yo siento por el juego, no va a escuchar los consejos que yo le pueda dar. En el caso de él (James), me di cuenta que tiene una gran pasión y le he dado consejos básicos sobre los fundamentos, el tiro, la defensa y diferentes situaciones que pueden ocurrir en el juego. Pero no lo obvio, que es la destreza atlética que tiene. Eso es un talento que le dio Dios. Lo que sí es clave es como aplicas ese talento, eso marca si eres un buen jugador o un excelente jugador en esta liga. Esa son las cosas que trato de transmitirle a los jóvenes".




Jordan en la época de esa entrevista (2003).

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