domingo, 23 de septiembre de 2018

Living la pretemporada loca


Final del verano, concluyendo la pretemporada y a punto de empezar la competición. 

Más de tres meses sin baloncesto ACB, algunos equipos con cuatro meses sin partido oficial y ahora todo son prisas. Aquellos clubes que han tenido unos partidos amistosos de poco provecho tratan de acelerar su puesta a punto. Por ejemplo el Gran Canaria, que afronta el reto de la Euroliga, ha perdido sus cinco partidos de preparación, otros como Unicaja o Fuenlabrada han sufrido algunas derrotas de más; también andan preocupados en el Delteco GBG (Guipúzcoa) tras perder la Copa del País Vasco con el Bilbao que, aunque sea un recién descendido, no deja de ser un equipo LEB. 

A algunos entrenadores, que volvieron morenos y relajados de sus vacaciones, se les empieza a ir el color al tiempo que vuelve a su cara la tensión del técnico, esa expresión de cabreo perenne que tienen casi todos, al tiempo que empieza a sobrevolar sobre sus cabezas la duda típica acerca de la Navidad, aquello de si se comerán el turrón en sus equipos o no.

Los jugadores en cambio están a su bola... sobretodo los extranjeros, el grueso de los integrantes de la ACB, que tratan de integrarse y adaptarse a sus nuevos equipos y ciudades. En muchos casos además a un nuevo país, idioma e incluso continente que no entienden mucho. Algunos se irán tal y como llegaron. Sin entender nada. 

Sin haber comenzado la temporada ya hay aficionados que han perdido las esperanzas en los nuevos proyectos de sus equipos y con su frustración llenan las redes sociales de quejas.

Y mientras otros aficionados, los que no hayan pensado bien (o acertado) su equipo para el Supermanager, pueden pegarse el batacazo en las primeras jornadas del que ya es difícil recuperarse el resto del año. 

Viendo las estadísticas de partidos de pretemporada, de ligas de verano, o de los primeros torneos como la Supercopa, no hay nada claro, excepto que, tras su brillante triunfo en esa primera competición, sigue el buen momento del Real Madrid. El equipo blanco parte de la primera línea de salida esta temporada, como si fuera un bólido de Fórmula 1 que ha marcado el mejor tiempo en las sesiones de clasificación.

Pablo Laso y Sergio Llull (MVP de la Supercopa) en la rueda de prensa. Dieciséis títulos lleva Laso. Y una alegría lo bien que se está recuperando el menorquín de su grave lesión. 
Lo que sí me queda claro tras ver algunos partidos es que hay unas equipaciones que me gustan muy poco, por no decir nada, en la ACB 2018/19. Supongo que si se impone, llegaré a acostumbrarme a las mangas, pero me cuesta. En el caso del Unicaja de Málaga se ha lucido Spalding, con ese diseño y esos brillos, y eso que se trata de una marca relacionada habitualmente con el baloncesto.

El francés Lessort durante la presentación de la equipación nueva.

El Unicaja ha despedido la temporada con victoria en la Copa de Andalucía ante el Betis que esta temporada jugará en la LEB oro.
Hablando de equipaciones, estaba viendo hace unos días imágenes del Circuito Movistar de Oviedo  y vi una que me gustó, aunque no sabía de qué equipo se trataba... pues nada, no era español, se trataba del Obras Basket de Argentinaal que han invitado este año a participar.

El jugador Maurice Kemp del Obras argentino en Oviedo.
Equipación clásica, sencilla y bonita, por lo menos para el que esto escribe.


Otro éxito que está a punto de producirse es la clasificación de la selección española para el Mundial de China de 2019, que si nada se tuerce se hará realidad en los cuatro partidos que quedan (dos en noviembre y otros dos en febrero). Este año no hubo campeonato de selecciones en verano aunque sí dos partidos de clasificación en septiembre.

Es increíble que ningún equipo español haya apostado por Quino Colom (solo lo tanteó el Unicaja) para luego traer  a extranjeros mucho peores que cuestan más dinero y que además  tienen que adaptarse a la Liga Endesa.

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