Hay días en los que las coincidencias te invitan a escribir sobre un tema. El de hoy va sobre el equipo de Huesca, que vivió varias temporadas en la élite del baloncesto español, la ACB, ahora llamada Liga Endesa.
También sucede que las noticias baloncestísticas que tienen que ver con la ciudad aragonesa me llaman la atención por recordarme a dos amigos oscenses que he hecho en Madrid, Fran Ramírez y Jorge Grau. El primero jugó precisamente en el Peñas de Huesca en categorías inferiores hasta llegar a Liga EBA y todavía esta temporada ha jugado en Madrid. Un alero "molt perillós" como fue definido en la guía de un partido que disputó en Cataluña.
Jorge, más joven, jugó también en el propio Peñas, entrenado precisamente por Fran cuando era cadete. El año pasado fue mi entrenador ayudante en el equipo junior masculino del Joyfe y en esta temporada es entrenador en su localidad natal,
tras terminar sus estudios universitarios en la capital.
Jorge, más joven, jugó también en el propio Peñas, entrenado precisamente por Fran cuando era cadete. El año pasado fue mi entrenador ayudante en el equipo junior masculino del Joyfe y en esta temporada es entrenador en su localidad natal,
Pues el caso es que por la mañana he leído un artículo sobre Valery Tikhkonenco, que jugó en Huesca en la temporada 92-93. Y por cierto, que no recordaba que Rimas Kurtinaitis también jugó allí, donde destacaron extranjeros históricos como Granger Hall (Leer el artículo "¿Porqué era tan bueno Granger Hall?"), Brian Jackson, (Leer el artículo "¿Porqué era tan bueno Brian Jackson?" y Alphonso Ford o Joan Pagés, Alberto Alocen y Nacho Biota en el apartado nacional. A Biota lo recuerdo porque jugó en Málaga cuando yo vivía allí.
Algo que se ha destacado del Peñas es la afición de aquella época
Y por la tarde leo en la web de Nuevo Basket un artículo, también con jugosas anécdotas, sobre todo del ambiente, sobre un partido que disputó el Huesca cuando se denominaba "la Magia" contra el Cajamadrid para evitar el descenso de la máxima categoría.
Y es que, bajo la perspectiva de un club modesto no es necesario ganar una liga o una copa para entrar en la memoria colectiva. Basta con llegar a competir con los grandes o incluso un partido para evitar el descenso, como el que se relata, que se convierte en una verdadera final y se recuerda por muchos años.
Y es que, bajo la perspectiva de un club modesto no es necesario ganar una liga o una copa para entrar en la memoria colectiva. Basta con llegar a competir con los grandes o incluso un partido para evitar el descenso, como el que se relata, que se convierte en una verdadera final y se recuerda por muchos años.
Otro patrocinador que no se olvida, Argal... sobre todo al comprar embutidos. Pero el que más ha quedado es el de "la Magia", que era el nombre de una campaña de la Diputación de Huesca para promocionar la provincia, en una época en la que las instituciones públicas tenían dinero para subvencionar equipos profesionales, algo más difícil de ver hoy en día.
Un breve resumen de la historia del Peñas de Huesca se puede ver en un recomendable artículo de Solobasket con motivo de la disputa de un partido del Cai de Zaragoza en Huesca esta temporada 2013-14, por tener ocupado su cancha por un espectáculo de Disney sobre hielo.
Y buscando fotos para este artículo encuentro otro relato sobre el histórico club oscense en la web de la Federación Española de Baloncesto.
Y buscando fotos para este artículo encuentro otro relato sobre el histórico club oscense en la web de la Federación Española de Baloncesto.
Granger Hall y Brian Jackson con la camiseta oscense.
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