martes, 10 de mayo de 2011

"Seve plays shots I don´t even see in my dreams" (Ben Crenshaw)



Había una época en la que ponían torneos de golf en la única televisión que teníamos en España, RTVE. Lo que podía parecer muy raro en un país sin tradición por este deporte se debía a la irrupción, y de qué forma, de un joven cántabro que con 23 años ganó en 1979 el Open Británico y se metió en el bolsillo a los aficionados del Reino Unido, y del resto del mundo, por sus golpes, su expresividad y carácter. Autodidacta y genial, Severiano Ballesteros consiguió ser el número uno en la década de los ochenta con dos victorias más en dicho torneo y vistiendo dos chaquetas verdes en el Masters de Augusta, para un total de casi cien torneos ganados en su carrera. Se dice pronto, cien victorias...


La que más recuerdo es la Ryder Cup de 1997 que se celebró en España, concretamente en el campo de golf de Valderrama en Sotogrande, Cádiz. En esta no jugó Seve, que ya había ganado 6 como jugador, sino que fue el capitán del equipo europeo que obtuvo la brillante victoria ante Estados Unidos y uno de los artífices de que se celebrara en nuestro país. Yo en esa época vivía en Málaga y la Costa del Sol se llenó de famosos, estrellas de cine o deportistas, entre ellos Michael Jordan, Bruce Willis, Stallone y muchos más que llegaban al malagueño aereopuerto Pablo Ruiz Picasso en el Concorde. Todo un espectáculo y acontecimiento planetario en televisión. Aunque debo decir que tardaban menos en cruzar el Oceáno Atlántico que en llegar a Sotogrande, ya que nuestras queridas instituciones no tuvieron terminadas las obras de la autovía a tiempo y se formaron unos atascos fenomenales.
El caso es que llovió como nunca, aunque los caldos y manjares, ibéricos y mariscos, que se consumieron aquellos días compensaron de sobra la falta de sol. Y el juego de la escuadra europea, a la que Ballesteros dirigió con su conocimiento total de lo que pasaba en un campo de golf, además de que nunca daba nada por perdido. Su amigo José María Olazabal, que será capitán en 2012, dió algunos golpes de maestro, como los que le hicieron enfundarse dos chaquetas verdes en 1994 y 1999. Pero esos torneos ya se tuvieron que ver en Canal Plus, como la Ryder del año pasado, perdiéndose el público en general la emoción que supone ver 18 hoyos siguiendo a los campeones. El golf ha perdido popularidad en nuestro país (como otros acontecimientos y deportes que se dan en televisiones de pago, que no existen ni para los informativos), aunque el número de campos y de practicantes ha aumentado considerablemente gracias a Seve.


La enorme figura de Severiano nos quedará siempre en el recuerdo, a mi especialmente no solo por su altura, sino por cercanía a él, ya que mi padre falleció también por un tumor cerebral con una edad similar. En los dos años y medio de su enfermedad el jugador de Pedreña ha puesto en marcha una Fundación para la lucha contra el cáncer, lucha de la que él fue ejemplo y en la que abogaba por los beneficios de curarse en casa (de hecho se operó en España). Si pinchais ahí vereis de lo que os hablo. En el Reino Unido lo recuerdan como el tipo que todos querríamos ser, alto, simpático, un mito capaz de ganarles a los americanos no solo en Europa, sino también en su casa, pues no en vano fue el primer europeo en ganar el Masters de Augusta además de 7 Ryders. Un genio que era capaz de salir de un bunker o de las situaciones más comprometidas con golpes que otros ni soñarían.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

GRAN ARTICULO, LORENZOVIC...!!!

MAGNIFICA FORMA DE HOMENAJEAR AL MITICO SEVE...

UN ABRAZO DESDE MALLORCA.

FRAN

Lorenzo dijo...

Muchas gracias, Fran. Me alegro de que te haya gustado. Un abrazo!!!