Con la victoria del Real Madrid sobre el Barcelona en la final de la liga ACB he podido observar cierta desesperación entre barcelonistas y afines. Creían que se había producido el cambio de ciclo, que habían superado al Madrid pero parece que de momento no…
El muro del Madrid.
Después de una amplia serie de derrotas del Madrid frente al Barcelona de Jasikevicius, que recordaban aquel episodio del Madrid de Petrovic, que ganaba siempre a los azulgranas hasta que “palmó” la liga, se volvieron las tornas. Y como el que ríe el último ríe mejor, la ACB del año pasado con Pau Gasol y las dos Copas del Rey consecutivas podrían quedar en anécdota frente a esta liga ACB que ha ganado el Madrid, junto a la semifinal que les ganaron los blancos en la Euroliga.
El Real Madrid ha sabido recomponerse sin bases y ha superado hasta un infarto de su entrenador Pablo Laso, o a lo mejor precisamente por eso ha ganado. ¿Debería llamarse la liga de Chus Mateo? La crisis de resultados blanca en abril se quedó en agua de borrajas como se dice. Pablo Laso enderezó el rumbo del equipo, aunque no estuvo acertado en la final de la Euroliga, pero tras su grave percance debe reflexionar y ponerse en forma para mostrar su mejor cara, la que no tenía últimamente. El ciclo victorioso se ha prolongado, tras ciertas dudas… o se podría decir tras dudas ciertas.
Y como ninguno de los dos ha sido capaz estos dos años de alcanzar el título frente al Anadolu Efes de Estambul en la final, si se cuentan las dos Supercopas blancas, como hacen ahora, la etapa de ese hombre tan tranquilo, Saras Jasikevicius, queda en un empate a la espera de la temporada 2022/23. Pero un empate sin lo gordo, la copa de Europa, repito. Y para romperlo nada mejor que nuevos fichajes.
El muro de Tavares.
Por algo ha sido MVP de la final Edy Tavares, al que hay que reconocer su continua mejora, como el propio Aíto García Reneses ha publicado en twitter:
“Hay que recuperar el juego del pívot, NBA en
primer lugar, el baloncesto es mucho más bonito y completo. Oigo demasiadas
veces que Edy Tavares hace cosas bien porque es muy alto. Habrá que reconocer
que es bueno, cada año mejor. Enhorabuena Edy.”
En un deporte de altos para tener ese dominio además de tener el físico, hay que trabajárselo muy duro. Siendo un titán en defensa, seguramente su juego en ataque sea algo tosco, pero ya se le ha visto algún movimiento nuevo, lo que habla muy bien de él y no han podido con él ni el Barcelona ni la mayoría de rivales.
Al mismo tiempo, el muro de Tavares también ha hecho que el estilo alegre y vistoso que tuvo el Madrid entrenado por Pablo Laso en sus primeras temporadas se haya transformado en un juego más lento, tedioso en ocasiones con puntuaciones bajas. Tampoco se le puede pedir que corrieran mucho a unos jugadores veteranos muy veteranos y a un equipo sin bases, por lesiones y decisiones técnicas. Es de esperar que si vuelve Sergio Rodríguez, los minutos que aguante, algo de vistosidad se recupere.
Además, Tavares es tan fundamental que provoca que los demás equipos fichen jugadores para anularlo, y pienso que si se lesionara de gravedad se le verían muchas costuras a esta versión ultradefensiva del Madrid de Laso.
El muro futbolero.
El aficionado al baloncesto que no lo sea del Madrid o Barcelona, salvo por ese arrebato del Baskonia entrenado por Dusko Ivanovic en 2020 o esa Liga del Valencia con Pedro Martínez en 2017 asiste a un duopolio blanco y azulgrana desde 2010 (la anterior liga del Baskonia). El muro de los equipos de fútbol. Eso sí que sería dopaje en forma de dinero, ni “juego limpio” financiero ni porras. Ya lo apunta Iñako Díaz Guerra en un artículo publicado en el diario El Mundo el 20 de junio al respecto de la NBA y otras ligas como la NFL de fútbol americano, donde a pesar de que también haya equipos más ricos la igualdad es mayor. Dice así:
“(…) Y por eso el deporte de
equipo norteamericano siempre será superior al nuestro. Todo puede pasar y
acabará pasando mientras aquí vivimos el Día de la Marmota. Si eres hincha de
un grande, sabes que raro será el año que no pilles copa y crees que es un
drama quedar cuarto una vez mientras los Lakers no han entrado en playoffs en
siete de los últimos nueve cursos. Si eres de cualquier otro equipo, tienes tu
techo predefenido, sea meterse en Europa o no bajar, y más que de cristal es de
acero: no hay quien lo rompa. Eres un fan permanentemente limitado por el
sistema.”
El muro de los guerreros de Curry.
A pesar de eso tenemos en la NBA un equipo, que se ha proclamado campeón frente a los Boston Celtics este junio de 2022, que lleva cuatro títulos en los últimas ocho temporadas, con dos finales más a las que llegó aunque esas las perdió: Los Golden State Warriors entrenados por Steve Kerr, liderados por el genial Stephen Curry, con Klay Thompson, Green… con la aportación esencial de Kevin Durant dos temporada o Andrew Wiggins este año. Esa sería la pared contra la que chocan allí, en especial los equipos del oeste de Estados Unidos. Por cierto que Guille Giménez y Antoni Daimiel retransmitiendo las finales de la NBA se han chocado con el muro de los idiomas que nos puede a los españoles, en este caso el inglés y su pronunciación. Mientras el uno decía “carri”, el segundo lo llamaba “querri”. Menudo lío teniendo en cuenta que el entrenador del equipo de San Francisco se llama Kerr. Querri, quer, carri, curri…
El muro del Anadolu Efes.
Esa sería la pared contra la que han chocado todos los equipos en Europa. Cuentan con dos fueras de serie como Vasilije Micic y Shane Larkin con aportaciones de otros actores secundarios brillantes. Por si fuera poco, los dos jugadores que acaban de fichar, en particular Will Clyburn, y Ante Zizic, no hacen sino apuntalar el edificio y son candidatos a lograr la tercera Euroliga seguida, cosa que ningún equipo ha logrado bajo esa denominación.
En la Eurocup las aspiraciones de ganarla por parte del Valencia chocaron con la renacida Virtus de Bolonia de Scariolo. Aún así el equipo valenciano, que entrenará Alex Mumbrú, ha sido invitado a jugar la Euroliga 2022/23.
El muro de Sergio Llull y Rudy Fernández.
En este catálogo de frustraciones, Alberto Abalde se encuentra con estos dos insaciables veteranos, jugadores a los que su entrenador, Laso, seguirá poniendo por delante en minutos decisivos mientras el gallego no derribe el muro y meta esos tiros que ellos dos sí anotan. En defensa ya aporta mucho e incluso ha tenido que jugar de base. Otros jugadores que han pasado por el Madrid, si hablamos solo de españoles como Barreiro, Yusta, Díez… (que yo recuerde ahora), no fueron capaces de sustituirlos ni tampoco han destacado especialmente en otros equipos donde han jugado. Núñez es otro que debe estar atento y aprovechar sus oportunidades. ¿Y Alocén? Ahora mismo no se sabe cómo volverá de su lesión, si lo hará en el Madrid o lo cederán y otra cosa que de momento no se ha visto es que Laso confíe en él.
¿Hay más muros?
Sí, el Estudiantes se ha dado de bruces con el que ya sufrieron aquellos equipos eternos candidatos a subir a la ACB que se encontraban con que no podían, ya fuera por dinero, por decisiones extrañas de los dirigentes (esa burbuja donde no hubo descenso…), o por razones deportivas… Justo de lo que se benefició el Estudiantes durante años hasta que se consumó su descenso la temporada pasada. Y ese muro lo han vivido ahora los estudiantiles, por la excelente temporada regular del Granada y además por la del Girona, con la apuesta y presencia de otro tipo alto con dinero y palmarés, Marc Gasol.
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