El momento (¿Justo?) de la retirada

Llega un momento en la vida de todo deportista, temido en la mayoría de los casos; el momento de decir adiós. La hora en la que se acaba la vida activa del deportista. Y es que, seamos francos, nada como ser deportista o jugador, el verdadero protagonista de la actividad deportiva. 

Carlos Montes, tristemente desaparecido, me lo dijo un día, nada es comparable a ser jugador. Montes se cuidaba muchísimo y llegó a jugar 605 partidos en la ACB gracias a ello por lo que es uno de los históricos de la competición.

Vicente del Bosque respondió a la pregunta de un periodista acerca de sus sentimientos por jugar por primera vez, creo recordar que en el nuevo estadio de Wembley, diciendo algo parecido a que él no iba a jugar. (Acudía a esa cita como entrenador de la Selección Española de fútbol). Que los que iban a hacerlo eran los jugadores, que él solo iba a estar como entrenador, algo que solo es un sucedáneo y que ya le gustaría a él jugar ese partido.

Carlos Montes en su etapa en Valladolid

El papel del entrenador y el del árbitro son importantes, nadie lo duda, pero a veces se convierten en los actores principales cuando no lo deberían ser. Tal vez porque en realidad lo que les gustaría de verdar es jugar. De hecho muchos jugadores cuando se retiran se convierten en entrenadores, el mismo Del Bosque, pero lo que de verdad les (nos) gustaría es jugar. Y de los árbitros tres cuartos de lo mismo.

Todo esto viene a cuento de la entrevista que le hizo Bertín Osborne al gran portero de fútbol Iker Casillas en su programade RTVE. Y durante la misma salio a colación en varias ocasiones el nombre de uno que siempre quiere ser la novia en la boda, el niño en el bautizo etc. sin serlo, como se suele decir: El entrenador de fútbol José Mourinho, definido por Osborne como una “auténtica catástrofe” mientras fue el técnico del Real Madrid. Causante de muchos “incendios”, uno de los cuales determinante en la puesta en duda de Casillas.

Iker estuvo elegante, no quiso dejar mal al portugués, pero lo cierto es que el papel de Mourinho en su salida del Real Madrid fue determinante. Desde su “conflicto” ya nada fue lo mismo, como dijo Casillas, ya todo estaba “viciado” y la afición dividida. También dijo que tuvo la despedida que quiso de su club de toda la vida… Mi conclusión es que Casillas encarna los valores del Real Madrid y que un hombre como él debe estar allí.

Muchas veces el entrenador es el que decide que el jugador ya no está para jugar, en especial en los deportes de equipo. Me viene a la memoria el caso de otro emblema del Real Madrid, Emilio Butragueño, al que Jorge Valdano,  por entonces entrenador, decidió sentar en el banquillo, pero en ese caso porque venía empujando fuerte un fenómeno como Raúl González Blanco. Butragueño se fue a Méjico para jugar sus últimos años. ¿Adam o Diego López, por mucho que dijera el portugués, son mejores que Iker? El caso es que Casillas aún tiene ganas de seguir jugando y lo hace de momento en el Oporto.

De algunos se dice que saben despedirse en el momento justo, pero cuál es ese... ¿"Antes de arrastrarse"? ¿Cuando lo decida el público? Y es más, yo preguntaría: ¿Hay que hacerle caso al pueblo? “Es que el pueblo es muy sabio…” Me río yo de eso. El pueblo que decida de lo suyo.

Tapón a dos manos de Jordan jugando en los Wizards

De Michael Jordan hay quien dijo que no debió de reaparecer en Washington Wizards, pero si una persona quiere jugar, disfrutar su profesión, hacer lo que sabe hacer, aunque sea mayor, sentirse en la dinámica de un equipo y encima ganando dinero, quién se lo puede negar. Y tuvo momentos buenos, a pesar de una lesión de rodilla y se pudo despedir en la cancha, cosa que no había podido hacer en Chicago Bulls debido a un cierre patronal que hubo en la NBA. En definitiva pudo hacer lo que le gusta, jugar. Se convirtió en el jugador capaz de anotar más puntos (43) en un partido con 40 años. Casi nada. Y despertó la ilusión de muchos en unos momentos malos, ya que reapareció a los pocos días del atentado terrorista de las Torres Gemelas de Nueva York, incluso donó su sueldo de esa temporada a las víctimas.

Gracias a su vuelta tuvimos el privilegio de volver a verle jugar

Arvydas Sabonis (que ya protagonizó un regreso estelar después de una terrorífica lesión de la que se reapareció en Valladolid, tras lo cual triunfó en el Real Madrid y en Portland) estaba retirado en 2002. Se puso a entrenar en Málaga, tiene casa en Torremolinos, y se puso a tono. Y si no jugó en Unicaja fue por la lentitud del club malagueño en decidirse a hacerle un contrato. En cambio, los Portland Trail Blazers estuvieron hábiles y sí lo hicieron. Y el “retirado” jugó de nuevo en la NBA y hasta una temporada en su país en el Zalguiris de Kaunas.

La retirada de Kobe Bryant o Steve Nash ha venido determinada por las lesiones y su edad pero han decidido ellos. Juan Carlos Navarro no es tan determinante como antes, debido a su físico y lesiones (al contrario que Pau Gasol o Felipe Reyes, de su misma edad) pero lo mismo que escribí antes, si él quiere seguir ejerciendo su profesión... Para unos que tienen la suerte de dedicarse a lo que más les gusta, y que encima les paguen muy bien por ello, dejemos que disfruten.