jueves, 7 de marzo de 2024

Cuestiones sobre arbitraje y nivel en el juego

Foto de Emilio Cobos. ACB Photo


En la Copa del Rey disputada en Málaga el pasado febrero de 2024 hubo bastante controversia respecto a las faltas que se pitaban. Polémica sobre todo en los partidos entre equipos que juegan Euroliga contra los que no. Se dice que al Madrid, al Barcelona, Valencia o Baskonia (aunque en esta edición no se clasificó), no se le pitan todas las faltas que dicen que hacen.

En realidad lo único que pasa es que están acostumbrados a jugar en una categoría superior, de mayor nivel físico, la mejor competición de baloncesto de Europa. Y no es lo mismo que esos equipos vengan de jugar Euroliga entre semana para hacerlo el fin de semana contra un equipo ACB que en teoría (y muchas veces en la práctica), les exige menos, a que lo hagan con un título importante en juego. Un domingo de la llamada fase regular ponen en pista más minutos a jugadores que no cuentan tanto para las citas importantes, o directamente dan descanso a algún peso pesado. Pero un título es un título y el de Copa puede salvar una temporada.

Algún equipo se pone a su nivel físico los cuarenta minutos, pero lo normal es que paguen el esfuerzo en el segundo partido. En ello también tendrá que ver la menor amplitud de presupuesto que se ve reflejada en la menor profundidad del banquillo. La excepción se dio en la Copa de 2023 con el Unicaja, que fue capaz de estar al nivel máximo tres partidos seguidos en los cuatro días que dura.

Y cuando las cosas no salen en ataque contra esa defensa más exigente, acostumbrada a frenar a los mejores jugadores de la Euroliga, el jugador del equipo “inferior”, por su frustración, comete una falta a destiempo y escandalosa para frenar al del equipo “grande”. Esa claro que la señalan los árbitros, por evidente. Y entonces se comenta: Mira, al Barcelona, Madrid etc… solo le han pitado tres faltas y al “pequeño” quince. Y ojo, que también hay faltas que se les pueden escapar, que son humanos.

Caso práctico a nivel amateur:

El que se haya apuntado a un torneo tres para tres y haya ido pasando fases se ha dado cuenta de que llega un momento en el que se juega contra jugadores de liga EBA, LEB e incluso ACB que se apuntan a estos juegos de verano mezclados con sus amigos. El jugador de ligas municipales pasa de meterles varias canastas a unos pringados a ser incapaz de poder ni siquiera tirar a canasta. Te parece que te están haciendo falta cuando lo que pasa es que se ponen duros, son más físicos que tú. Y una cosa os recomiendo, antes de empezar un partido de estos o una pachanga no demostréis mucha habilidad en el calentamiento, que os ponen al mejor defensor encima y no veis un balón. Un tablerazo no viene mal. De nada.

Es lo mismo que el baloncesto federado y profesional, cuanto más alta la categoría es más complicado es jugar allí; el nivel que es capaz de alcanzar cada jugador lo marca la máxima competición a la que es capaz de llegar.

Nacho Martín: Uno de los ACBs fijos en los circuitos 3x3.



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