Qué pena. Lo que iba a ser una mañana feliz de baloncesto junto a su hija ha terminado de la peor forma posible.
Me he quedado conmocionado al ver las imágenes de los bomberos apagando el fuego del helicóptero accidentado y el humo que se veía en la colina de California donde ha sucedido. En dicho accidente han fallecido Kobe Bryant, su hija de trece años Gianna, una compañera de la niña y el padre de ésta, además del piloto.
Una verdadera tragedia.
Con solo 41 años.
Llegó a la NBA con 17 años, había nacido en 1978 y curiosamente los primeros chavales que yo entrené en mi colegio de Málaga, el León XIII, nacieron en el mismo año que él, 1978 y yo tenía 17 años esa temporada y ellos 11 años.
Otra casualidad es que ayer estuve en una librería en la que tuve en mis manos un libro que él escribió que se titula Mentalidad Manba y que se ha publicado en España hace pocos meses. Tiene unas fotografías preciosas y mañana me lo compraré sin falta.
Como pequeño homenaje junto a estas líneas, de corazón, a un jugador que siempre recordaré, al igual que todos los aficionados al baloncesto, como una estrella del deporte de una dimensión colosal.
El astro de los Ángeles Lakers durante 20 años y de la selección de Estados Unidos (cinco anillos y dos medallas de oro olímpicas), Bryant junto a su amigo y compañero Pau Gasol.
Dos de los mejores de la historia, Kobe y Michael Jordan. |
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