martes, 1 de junio de 2021

Jasikevicius pareció el pájaro loco


No recuerdo si alguna vez he comentado que lo último que necesita un equipo es un entrenador descontrolado en la banda, protestando constantemente a los árbitros, seguramente por la impotencia de que no salgan las cosas. Estar más nervioso que los jugadores no ayuda.

Sarunas Jasikevicius dio toda una lección en la final de la Euroliga de lo que no debe hacer un entrenador: Gritos, saltos, protestas y declaraciones poco deportivas a la prensa… Solo había que ver la cara de Pau Gasol, cuando tuvo que frenar a su entrenador en un lance, para que no se comiera a los árbitros.

Jasikevicius en el momento citado. (Foto de la Agencia EFE.)

La Euroliga de baloncesto 2020/21, que ha sido la más igualada de los últimos años, se resolvió a favor del EFES de Estambul ante el Barcelona, en una final bastante mala en cuanto a juego. Como dice mi amigo Fran, lo que hizo su entrenador, Ergin Ataman, por viejo zorro, fue no jugársela a triples. 18 lanzó el equipo de Estambul por 30 el Barcelona del atorado Jasikevicius, que teniendo cojo a Calathes, con el tobillo como una bota ¡se olvidó a Hanga en el banquillo (apenas 7 segundos)! y puso a Bolmaro al que le falta experiencia en estas citas. Otro del que se olvidó fue de Oriola, (como apunta Juan Jiménez, periodista del diario AS), jugador rocoso con un ímpetu que le hubiera venido bien al equipo, aunque de eso Gasol sí que puso.

Las órdenes Ataman parecían ser penetrar, penetrar y penetrar y eso hacían Vasilije Micic y Shane Larkin continuamente.

La principal misión de un entrenador durante el partido es colocar en la pista a los jugadores convenientes para cada momento. Y en eso se vio superado en cada momento por un técnico que es bastante limitado pero tenía un plan y supo responder en la distribución de jugadores.

Ataman en mi opinión llevaba la iniciativa, con la ayuda de un talento balcánico como Micic. Si Jasikevicius le puso de salida a Víctor Claver para defenderle, Micic pasaba balones al pívot Sertac Sanli. Si Jasikevicius sacaba a Pau Gasol para defender a Sanli, el entrenador turco lo cambiaba por Tibor Pleiss que con mayor movilidad, se convirtió en una pesadilla para el cuarentón y por tanto más lento, Pau… Y eso que después se lesionó el pívot alemán, pero, unido al desacierto propio, ya estaba sembrado el desconcierto en el Barcelona.


El poco acierto en los triples, la mala final de Mirotic, los nervios del equipo, que creo que no se calman teniendo en la banda a un señor que parecía el pájaro loco (con cresta y todo), que además, con su propia ansiedad y con la luna llena, estaba en su día más desatado, junto con el desacierto en los cambios… la combinación perfecta para "palmar" una final.

Si no hay soluciones en la banda y las airadas protestas del entrenador señalan a los árbitros, los jugadores se contagian y se creen que pierden por culpa de unos supuestos fallos arbitrales y no por los fallos propios, en este caso 20 tiros errados de dos puntos (17 de 37), 22 tiros fallados de tres (8 de 30) y seis tiros libres (23 de 29). Casi nada.

 Y encima luego no asumió sus culpas, aunque admitió que “quizás no me expliqué muy bien con mis jugadores”.  


Es verdad que habló en primera persona tras el partido, “tenemos que aprender” pero acto seguido arremetió contra los árbitros y dijo que no se le tiene “respeto” a su equipo. Todo eso sobra, al igual que ese “van a saber de nosotros” en plan Vito Corleone.

Finalmente el Barcelona ha protestado formalmente ante la Euroliga, según relatan en los diarios MundoDeportivo y Marca, tras perlas en la rueda de prensa: “Si me multan otra vez me da igual, pero van a saber de nosotros. Esto no se puede quedar así”

Argumentan que les pitaron demasiadas faltas. Hombre, si dos fenómenos como Micic y Larkin se dedican a intentar ir hacia el aro en cada ataque en vez de lanzar un triple, es lógico que saquen muchas faltas del rival. Además esa defensa tan buena que ha exhibido el Barcelona toda la temporada no consiste en repartir caramelos.

Pero aún así, mirando las estadísticas del partido no hay apenas diferencia entre un equipo y otro: el Efes lanzó 35 tiros libres y el Barcelona 29. Que no nos engañen.



El jugador más valioso, Micic. (La mayoría de las fotos son de la página Web de la Euroliga)


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